Aucar es una pequeña isla que está al lado de Quemchi en Chiloé. Es también llamada “La isla de las almas navegantes” pues el escritor chilote, nacido y criado en este lugar, Francisco Coloane; la bautizó así pues asimiló la isla como un lugar donde habían muertos enterrados, esperando zarpar algún día.
La Isla Aucar es un territorio rodeado de mar que está muy cerca de territorio firme, en sus inmediaciones hay un humedal con diversas aves, varias migratorias, y las mareas hacen que a ratos la isla esté unida con esta tierra firme, donde se puede llegar caminando a esta isla, y cuando sube la marea, la isla se separa, existiendo un puente de madera que permite su tránsito (500 metros de longitud, y de 2 metros de ancho).
Lo de “muertos enterrados” o “almas”, es que la isla es en gran parte un centro ceremonial con un cementerio pequeño, al lado de una capilla, donde la memoria de muchos de los que se les murieron sus seres queridos está unida a esta isla, espacio santo con características interculturales.
Frente a la Isla Aucar es posible apreciar los poblados de Quemchi y la Isla Caucahué.
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