Saturday, April 20, 2024
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Temporada de digüeñes y la importancia del bosque nativo

Son tiempos de primavera y en el centro sur de Chile es temporada de digüeñes, un tipo de hongos endémicos de este territorio, muy apetecidos en la gastronomía popular por su sabor y propiedades comestibles y cuyo cultivo se relaciona con la importancia de la conservación del bosque nativo y la implementación de prácticas adecuadas para su recolección.

De color naranja blancuzco, los digüeñes son un hongo parásito no agresivo del género Cyttaria, que crece en los árboles de la especie Nothofagus, principalmente del Nothofagus obliqua o hualle.

La recolección tradicional de este hongo se hace a mano y en caso de alturas se realiza con varas largas, llegando hasta las ramas donde se encuentran los hongos. Lamentablemente, en algunas ocasiones estas prácticas de cosecha se ven alteradas, causando la destrucción de los árboles, ya sea rompiendo sus ramas o golpeando fuertemente el tronco con combos que destruyen la corteza.

Ver video recomendaciones recolección sustentable (video Micófilos Chile)

Propiedades medicinales y beneficios nutritivos de los digüeñes

El portal comidaschilenas.com destaca que los digüeñes son un hongo comestible bajo en calorías, lo que lo convierte en un acompañante ideal para quienes desean controlar su dieta. Estos hongos aportan un nivel moderado de hidratos de carbono y grasas; asimismo, son ricos en fibra y proteína vegetal, elementos que contribuyen al fortalecimiento muscular de todo el cuerpo; siendo ideales para personas que siguen dietas basadas en plantas y que están pasando cuadros anémicos.

Entre las vitaminas que contienen los digüeñes chilenos están todas las del complejo B, así como vitamina E, que potencia la salud de la piel y de la visión. Mientras que dentro de sus minerales se pueden resaltar el hierro, el magnesio, el calcio, el fósforo y el potasio.

Otras propiedades destacadas de los digüeñes son su contenido en ácido fólico, antioxidantes y grasas saludables monoinsaturadas (ácido linoléico y ácido oleico), saturadas y poliinsaturadas; siendo ideales también para reducir el colesterol.

Los digüeñes poseen un alto contenido de calcio, cuyo consumo está recomendado para personas que sufren de artritis o de osteoporosis, así como potenciar las funciones cardiovasculares y del sistema nervioso. Asimismo, estudios recientes han recomendado este alimento como complementario en la nutrición anticancerígena.

Cabe resaltar que los digüeñes son un alimento que ha hecho parte de la gastronomía de diferentes pueblos indígenas del sur, siendo un ingrediente de diversas recetas culinarias, como empanadas, la clásica paila de huevos revueltos con digüeñes, sopas, guisos o la típica ensalada de digüeñes con limón y cilantro; incluso se habla que entre las culturas ancestrales este se usaba para preparar ceviche y se fermentaba para obtener bebidas como la chica.

Digüeñes y bosque nativo

Los estragos por la pérdida del bosque nativo han sido inmensos, con graves impactos a los ecosistemas y la biodiversidad, lo que se ha agravado aún más por los múltiples incendios originados en los últimos años mayoritariamente en terrenos con monocultivos de especies exóticas altamente inflamables, como pino y eucalipto; que se han expandido al bosque nativo, incluyendo reservas, parques y parcelas con importantes fuentes nativas.

Según un catastro de CONAF del año 2020 la extensión total del bosque nativo alcanza las 14 millones 737 mil 485 hectáreas, es decir, el 19.5% de la superficie del país y se concentra preferentemente en el sur del territorio.

A modo de ejemplo, según una investigación, publicada a fines del 2020 en la revista Environmental Research Letters, que realizó un seguimiento a la pérdida forestal entre los años 2000 y 2016 en el centro y sur de Chile, específicamente entre las regiones de Valparaíso y Aysén, la desaparición total de masa arbórea ha sido continua durante los 17 años que duró este estudio, alcanzando una pérdida del bosque natural de 206.142 hectáreas y una pérdida promedio de bosque de 12.884 hectáreas por año(…) Entretanto se evidenció, que los bosques naturales que se perdieron se convirtieron en matorrales, pastizales, tierras agrícolas o plantaciones. (González, Viviana. 2022).

La situación a nivel país viene siendo devastadora, a pesar de que se ha intentado indicar desde sectores oficiales que la disminución del bosque nativo en el presente es nula o casi nula, lo cierto es que, por diversas razones, principalmente por incendios o intereses industriales e inmobiliarios, se sigue depredando.

El Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián (IPSUSS), señala que “la existencia de bosque nativo es muy importante para la biodiversidad porque en él conviven una serie de especies forestales que dan vida a importantes ecosistemas. Por otra parte, el bosque nativo actúa como soporte para la vida de otras especies, tanto animales como vegetaciones de menor tamaño, pero igualmente importantes para el cumplimiento de las diferentes funciones ambientales que éstos entregan”.

El bosque nativo alberga ecosistemas únicos en el mundo y que han demorado miles de años en su formación, por lo que ahí radica la importancia de su conservación. Por otra parte, entrega una serie de beneficios al sistema natural como: la retención de agua, la captura de CO2, la fertilidad de los suelos, el refugio de especies, la presencia de plantas medicinales y la posibilidad de turismo.

“El gran deterioro que ha sufrido el bosque nativo durante el último siglo, atribuido principalmente a la acción humana, que lo ha ido reemplazando paulatinamente por tierras cultivables o plantaciones -como es el caso del pino y eucaliptus-, está teniendo consecuencias negativas importantes para estos ecosistemas y la conservación de la biodiversidad que en ellos existe”, señala Ipsuss.

Algunas especies de bosque nativo en Chile son: ulmo, coigüe, lenga, roble – hualle, canelo, espino, boldo y lenga, palma chilena, ciprés, raulí, coigüe, araucaria y alerce.

Otro elemento que ha venido afectado la flora y fauna son las malas prácticas en la recolección de especies nativas para consumo alimenticio, como la digüeñe y diversos hongos comestibles, la nalca, los piñones, entre otros; o bien, la extracción para fines comerciales de especies como los pompones, que son indispensables para la retención y distribución de aguas en zonas de humedales.

Por esta razón, resulta fundamental, propender por una recolección consciente y sustentable de las digüeñes y todos los alimentos que nos provee naturaleza, para garantizar el cuidado de los bosques nativos y sus ecosistemas.

Fotografía: Claudio Alvarado Solari – Flickr

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